EL CUENTO DE LA CUERDA

No queremos perder la oportunidad de mostraros a los papás y mámás uno de los cuentos que hemos trabajado esta semana en clase. En "El cuento de la cuerda" se utiliza la cuerda como un elemento simbólico que nos ayuda a expresar nuestros sentimientos. En definitiva, hace que los demás se acerquen a nosotros o se alejen según nuestro comportamiento.
Aunque la historia se centra en la relación de Nicolás con su mamá, nosotros hemos querido realizar esta dinámica en clase con nuestros compañeros y compañeras. 
Pensad que esta cuerda es la cuerda más fuerte del mundo. Podrá acercarse y podrá alejarse; pero nunca, nunca se romperá. Por ello, os animamos desde aquí a que realicéis esta dinámica con vuestros pequeños/as en casa, os sorprenderá.

No olvidéis dejar vuestros comentarios. Saludos!




EL CUENTO DE LA CUERDA (Adaptación)

Esta es la historia de Nicolás y su cuerda dorada. Nicolás es un niño de 3º de primaria. Es curioso, listo, valiente, a veces protector de sus hermanos pequeños, otras no tanto.
Cuando Nicolás se pone nervioso o algo no le gusta, se enfada con sus hermanos, sus primos, contesta mal a sus padres o discute con sus amigos.
Muchas veces se arrepiente, él sabe que en el interior tiene algo mágico que le hace ver que hay cosas que están mal. Entonces se muestra cariñoso y le gusta que sus padres lo abracen o que sus amigos lo llamen para jugar o para salir en bici.
Nicolás sabe que, a veces, cuando el maestro habla con su madre regresa un poco triste a casa. Algunas veces no apunta todos los deberes o no ha tratado con respeto a sus compañeros.
Otras veces es él quien se entristece porque algún compañero le ha hablado mal.
Un día, cuando Nicolás regresa a casa del cole encuentra algo en la silla de la entrada. Era una cuerda larga y dorada.
Con curiosidad la lleva a su habitación, ¿para qué es esto?
Su madre, al entrar, lo mira sonriente, ella sabe para qué sirve esa cuerda. Nicolás aún no.
-         -  ¿Qué hace aquí esta cuerda mamá? – pregunta Nicolás.
-          - Esta es la cuerda que une tu corazón con el mío, Nicolás –, le responde su mamá.
Nicolás se queda un poco asombrado mirando a su madre. Entonces ella coge la cuerda por un extremo y deja enrollado en la mano de su hijo el otro.
-          - Te enseñaré a utilizarla. Cuando dejas las cosas tiradas en tu habitación, ¡yo me alejo!
Su madre soltó una vuelta de la cuerda, dio un paso atrás y continuó.
-          - Y cuando me contestas mal… ¡yo me alejo!
Soltó otra vuelta, dio otro paso atrás y dijo:
-         - Cuando el maestro me dice que no has estudiado, que has discutido con tus compañeros/as, que has estado solo en el patio… ¡yo me alejo! (otra vuelta y otro paso).
-          -  Cuando pegas un golpe porque te digo que apagues la play, yo me alejo.
-          - Cuando te irritas porque no te compre el móvil que tú quieras, yo me alejo.
Nicolás miró a su madre con sus enormes ojos azules sin saber bien qué decir. Ella se da cuenta y le dice:
-          - Pero cuando me ayudas recogiendo tus cosas, ¡yo me acerco!     
       Su mamá recogió una vuelta de cuerda, dio un paso adelante y continuó.  
       - Y cuando pides las cosas por favor y das las gracias… ¡yo me acerco!    

     
         Siguió recogiendo cuerda, dio otro paso adelante y le dijo:
-         -  Y cuando entiendes que ya no podemos gastar más dinero y no te compro algo, ¡yo me acerco! (dio otra vuelta y otro paso adelante).
-         -  Cuando apagas un rato la play y sales con la bici con tus amigos, ¡yo me acerco!
-          - Cuando el maestro me dice que te esfuerzas todo lo que puedes, que ya no discutes con tus compañeros/as, que ayudas en el aula, etc ¡yo me acerco!
    Al terminar, estaban tan cerquita que instintivamente se dieron un gran abrazo.
     Y entonces mamá dijo:
-          - ¿Quieres probar tú?
    Nicolás agarró la cuerda y, al principio tímidamente, después soltando todo lo que sentía en su interior, comenzó a desenrollar la cuerda.
-         -  Cuando… a veces me gritas…, me alejo.
-         -  Y cuando te hablo y me dices “espera”, me alejo.
-        -  Cuando me dices que me ponga algo que no me gusta, me alejo.

-          - Pero cuando me preparas mi comida preferida, me acerco.
-         -  Cuando me ayudas a estudiar, me acerco.
-         -  Cuando te sientas a escucharme, me acerco.
   Y los dos se dieron un gran abrazo.
-          ¿Y sabes lo más importante? Que esta cuerda siempre podrá acercarse y podrá alejarse, pero nunca se romperá porque es la más fuerte del mundo.
¿Eso por qué será?
 














2 comentarios:

  1. Soy Iván. El cuento me ha gustado mucho, ha estado muy interesante. Dice mi madre que va a buscar la cuerda ya!!!

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  2. Luna Hidalgo Donoso18 de febrero de 2018, 14:17

    Me encantó el cuento y estar con todos mis amigos más todavia

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